
Hoy los medios hablan de la ola de inseguridad que hay en nuestra ciudad, en nuestro país. Pero por lo visto, este tema de los robos, data de muchísimo tiempo, incluso es tema de conversación de Jesús con un grupo de amigos.
Nos vamos a atrever a sacar un poco de contexto el evangelio que vamos a leer hoy.
Y vamos a imaginarnos a Jesús con sus amigos, en una noche que decidieron juntarse a tomar y comer algo, buen pretexto para estar con El, charlar, aprender de sus enseñanzas. Porque si algo tenía Jesús en su persona, era una atracción muy particular. Daban ganas de estar con El horas y horas. En fin…
Mientras comían unas ricas pizas, charlaban de la situación económica de su país, de los problemas que tenía la gente del campo con sus siembras. Algunos encontraban el momento ideal para hacerle preguntas a Jesús sobre alguna situación particular que estaba viviendo y así poder contar con esa Palabra que lo iluminaba todo. Y entre risas, charlas y demas… el tiempo pasaba a mil.
Se daba el momento ideal para que Jesús tome la Palabra y les dice a sus amigos: (no se imaginen que Jesús se levantó, se subió arriba de la mesa y extendió sus manos al cielo, naaaaa) ahí sentadito, mirando a cada uno de ellos, con esa mirada que flechaba.
“el que NO entra al corral de las ovejas por la Puerta, es un ladrón.
-Un ladron, que viene a robar, a matar, a destruir.
-Sin embargo EL PASTOR DE LAS OVEJAS, entra por la puerta: abre la puerta, las llama a cada una por su nombre, las saca afuera y va caminando delante de sus ovejas.
-Las ovejas: escuchan su voz y lo siguen, porque reconocen su voz.
Se hizo una pausa, una pausa llena de silencio.
Todos sus amigos lo miraban desconcertados como diciendo: ¿Y? ¿Terminó? ¿sigue? ¿Nos preguntaste algo? Pero nadie se atrevía a decirlo en voz alta…
No entendieron no? Pero qué duros que son che!!! YO SOY ESA PUERTA. YO SOY LA PUERTA. Amigos: el que entra por mi ESTARA A SALVO, ENTRARA Y SALDRA Y ENCONTRARA ALIMENTO.
Y no confundan! Cuando hablo de alimento no estoy hablando de las Pastas de Coke y Erica, ni de las ricas empanadas que hizo la esposa de Ignacio el otro día, ni de la torta que la mamá de Nati nos tiene prometido, ni de estas ricas pizas con mucha salsa, queso y orégano que estamos compartiendo, (a propósito: Felicitaciones a la cocinera).
Cuando hablo de ALIMENTO estoy hablando del PAN. Del PAN que da vida y vida en abundancia. Saben a qué me refiero no?
Y Jesús como sabiendo que ibamos a estar escuchando o leyendo esto, nos pregunta, te pregunta: Y VOS, QUERES ENTRAR POR ESTA PUERTA? QUERES ESCUCHAR MI VOZ, QUERES SEGUIRME?
En tu corazón, podrás encontrar la respuesta. Hacelo libremente.
Nos vamos a atrever a sacar un poco de contexto el evangelio que vamos a leer hoy.
Y vamos a imaginarnos a Jesús con sus amigos, en una noche que decidieron juntarse a tomar y comer algo, buen pretexto para estar con El, charlar, aprender de sus enseñanzas. Porque si algo tenía Jesús en su persona, era una atracción muy particular. Daban ganas de estar con El horas y horas. En fin…
Mientras comían unas ricas pizas, charlaban de la situación económica de su país, de los problemas que tenía la gente del campo con sus siembras. Algunos encontraban el momento ideal para hacerle preguntas a Jesús sobre alguna situación particular que estaba viviendo y así poder contar con esa Palabra que lo iluminaba todo. Y entre risas, charlas y demas… el tiempo pasaba a mil.
Se daba el momento ideal para que Jesús tome la Palabra y les dice a sus amigos: (no se imaginen que Jesús se levantó, se subió arriba de la mesa y extendió sus manos al cielo, naaaaa) ahí sentadito, mirando a cada uno de ellos, con esa mirada que flechaba.
“el que NO entra al corral de las ovejas por la Puerta, es un ladrón.
-Un ladron, que viene a robar, a matar, a destruir.
-Sin embargo EL PASTOR DE LAS OVEJAS, entra por la puerta: abre la puerta, las llama a cada una por su nombre, las saca afuera y va caminando delante de sus ovejas.
-Las ovejas: escuchan su voz y lo siguen, porque reconocen su voz.
Se hizo una pausa, una pausa llena de silencio.
Todos sus amigos lo miraban desconcertados como diciendo: ¿Y? ¿Terminó? ¿sigue? ¿Nos preguntaste algo? Pero nadie se atrevía a decirlo en voz alta…
No entendieron no? Pero qué duros que son che!!! YO SOY ESA PUERTA. YO SOY LA PUERTA. Amigos: el que entra por mi ESTARA A SALVO, ENTRARA Y SALDRA Y ENCONTRARA ALIMENTO.
Y no confundan! Cuando hablo de alimento no estoy hablando de las Pastas de Coke y Erica, ni de las ricas empanadas que hizo la esposa de Ignacio el otro día, ni de la torta que la mamá de Nati nos tiene prometido, ni de estas ricas pizas con mucha salsa, queso y orégano que estamos compartiendo, (a propósito: Felicitaciones a la cocinera).
Cuando hablo de ALIMENTO estoy hablando del PAN. Del PAN que da vida y vida en abundancia. Saben a qué me refiero no?
Y Jesús como sabiendo que ibamos a estar escuchando o leyendo esto, nos pregunta, te pregunta: Y VOS, QUERES ENTRAR POR ESTA PUERTA? QUERES ESCUCHAR MI VOZ, QUERES SEGUIRME?
En tu corazón, podrás encontrar la respuesta. Hacelo libremente.
Martín
12/04/08
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